La dinámica de las elecciones y su impacto en el reino enganchan muchísimo. La historia es épica, hermosa, divertida, con unos tonos grises y oscuros por los que asoma el lado más cruel de la vida. Pese a no tener cara y casi ni voz, los personajes son muy carismáticos y capaces de transmitir emociones más allá del propio juego. Podría seguir elogíandolo, pero es mejor que otros le den una oportunidad por sí mismos.