

8 años han transcurrido desde que este juego ha sido lanzado y nos han colmado durante esos 8 años de actualizaciones GRATUITAS. ¿Me pueden indicar una sola compañía que haga eso? Sean Murray es un ser humano con alma y esa impronta es lo que rezuma en el juego.

No, no es una exageración, en plena pandemia los juegos por lo general han sido flojos, poco trabajados y carentes de motivación. La única excepción es esta joya: una obra rejugable hasta la saciedad y donde podremos dejar reflejada nuestra impronta como poder ejecutivo de una nación acuciada por distintas crisis de diversa índole. Y por cierto, juego optimizado hasta para los ordenadores más modestos, toda una diferencia con respecto a la tónica predominante. Matrícula de honor, merecidamente.

Por muchas diatribas que nos apetezca introducir en esta discusión, es sumamente complejo realizar un juego de rol. En el fondo, la mayoría de títulos disponibles nos ofrecen historias predefinidas. Y sí, es cierto, no cometeré la osadía de decir que cada juego tiene que ser único para cada usuario o cada dispositivo, porque la vida misma es ejemplo de que existen eventos que parecen marcados por un inexorable destino. Ahora bien, sí me gustaría recalcar en la percepción de estar ante una creación única donde poder desenvolver una existencia alternativa. Pocas veces me he sentido así: Golden Sun, Elder Scrolls, Sea Dogs,... En otras palabras, compañías como Camelot, Bethesda, Akella,... Han logrado en repetidas ocasiones que pierda la noción de mi ser y que viva aventuras en mundos distintos. Obsidian lo ha logrado otra vez a tal grado, que me da igual el probable desenlace de este juego. Sentir que estoy ante una creación perceptiva ante mis actos es razón más que suficiente como para que se lo agradezca, y más cuando me siento tan atribulado ante las actitudes humanas propias de situaciones pandémicas. Gracias Obsidian por recoger a los expósitos de compañías que llegaron a perder su esencia por un centavo/céntimo más. Adoro poder tener un espacio donde refugiarme cuando la realidad pueda llegar a saturarme. Lo hiciste una vez con New Vegas y, hoy, lo has vuelto a lograr. Deseo de corazón que seas la salvaguarda de ánimas como yo, que se ven azotadas por sociedades predadoras, que luchan para que todos seamos esclavos de la uniformidad. Sigue con tu magnificente labor y sueña con la mayor cantidad de mundos posibles sean en primera o tercera persona, isométricos o no, más o menos fantasiosos; porque tus productos serán la salvaguarda del rol, que cada vez se parece más al género sandbox. Y finalmente, gracias por hacerme sonreír, es una delicia que decenas de desarrolladores como vosotros puedan aportar un poco de felicidad a vidas como la mía. Gracias.