Debo comenzar mi análisis por comentar que ya jugué a este juego en su día, y no me convenció. Al ver que estaba en GOG, y animado por los buenos análisis, me decidí por darle una segunda oportunidad. Tras jugar la campaña de los Mecc (no he tenido paciencia para más), tengo que decir que me reafirmo en mi opinión negativa. El juego combina elementos de shooter, plataformeo y RTS, y creo que no destaca en ninguno de ellos. En el apartado shooter, el gunplay no me convence, y eso es algo vital en un shooter. La efectividad de tus armas deja mucho que desear, y fallas más que un stormtrooper borracho. En demasiadas ocasiones, tienes que afinar la puntería, y a veces ni así: disparas a bocajarro y atraviesas a tu enemigo. Por supuesto, todos tus enemigos disponen de un ataque de área, que puede llegar a hacerte bastante daño. Y el apartado shooter es el mejor. El plataformeo tiene todo lo negativo de los plataformas clásicos, adaptado a las 3D, y tu Jetpack es prácticamente inútil. Y de la parte RTS mejor no hablar, de lo aburrida que es: cazas, llevas la comida a tus smarties, que comen más que trabajan, y ordenas construir las infraestructuras. Por otro lado, la IA, tanto enemiga como aliada, no es una maravilla. Y los jefes finales con los que me he enfrentado, tampoco son nada del otro mundo, por excesivamente fáciles de matar. Pero lo peor –y motivo suficiente para dar una nota negativa al juego–, es que no puedes grabar cuando quieres, y si mueres, tienes que volver a comenzar la misión. En las misiones más de acción, esto no es demasiado grave, porque son relativamente cortas. Pero en las RTS, que duran bastante más, sí que puede llegar a ser un auténtico problema. En la parte positiva, unos gráficos bastante coloridos, y que han envejecido bien, y un guión muy divertido, con mucho humor. Y algunas fases son divertidas de jugar. Desgraciadamente, la parte positiva no compensa la negativa, y por eso le doy sólo una estrella.
